Aunque son pocas las enfermedades que atacan a la oveja de pelo, la mayor
mortalidad es causada por parásitos gastrointestinales. Se ha observado una
mayor resistencia de esta especie a las patologías infectocontagiosas.
De cualquier forma, el rebaño debe contar con un área para atención exclusiva
de animales enfermos o sospechosos, por razones de seguridad sanitaria, en
donde se aplican los tratamientos respectivos hasta la recuperación de los
animales para su retorno a la manada.
Como quiera que no todos los casos se resuelvan favorablemente, se debe
contar con una mesa para la realización de necropsias y así poder ayudar a
esclarecer la causa de la muerte, bien sea por lesiones macroscópicas o por
toma de muestras de órganos para su envío al laboratorio especializado.